Lo que no pudieron o no quisieron resolver los ex gobernadores Fernando Toranzo y Juan Manuel Carreras durante más de 10 años por desidia e irresponsabilidad, lo arregló Ricardo Gallardo Cardona en 100 días de gobierno.
Se trata del puente vehicular del periférico sur que está a la altura de la FENAPO, el cual fue iniciado por Toranzo y continuado por Carreras hasta quedar inconcluso por las acciones legales interpuestas por los comuneros porque no se les pagó por sus terrenos expropiados.
Ellos ganaron un amparo que ordenó suspender la construcción del puente y dejar todo como estaba.
El gobernador Gallardo Cardona se aplicó en sentar las bases para lograr un arreglo definitivo, dio instrucciones al secretario general de Gobierno, José Guadalupe Torres para que dialogara con los comuneros y se pusieran de acuerdo de una vez por todas.
Durante todo este proceso, que inició a la par de esta administración, Gallardo Cardona tejió fino, estuvo atento, de manera periódica Lupe Torres le presentaba los avances alcanzados y finalmente se cerró el trato, y este martes se dará el banderazo de reinicio de la obra que beneficiará a todos.
Con el paso de los años este puente inconcluso se convirtió en un monumento a la inutilidad del gobierno del estado, no hubo un esfuerzo real para lograr un acuerdo con los comuneros que, con todo derecho, exigieron el pago correspondiente por sus tierras.
Ubicado en el kilómetro 4 del también conocido bulevar Antonio Rocha Cordero en su cruce con la prolongación de la avenida Juárez, proyectado para cuatro carriles y para agilizar la circulación, el inconcluso puente de la FENAPO se convirtió por méritos propios en parte de la llamada “Herencia Maldita”.
Desde la pasada campaña electoral el ahora gobernador Ricardo Gallardo Cardona se comprometió a concluir el puente y reconstruir lo que fuese necesario, el tiempo y el abandono causaron severos daños en lo que se había hecho; y este domingo 13 de enero los comuneros en asamblea aceptaron la propuesta del gobierno estatal.