La historia de uno de los platillos más emblemáticos en el estado de San Luis Potosí son las famosas “Enchiladas Potosinas”, originarias del municipio que es conocido hoy en día como Soledad de Graciano Sánchez.
El origen de este típico platillo se le acuñó a Cristina Jalomo, una mujer originaria de Soledad, municipio que en ese tiempo tenía menos accesibilidad y era conocido por ser un pueblo alejado de la capital.
Cuando la señora Cristina fue a moler nixtamal al molino comunitario se dio cuenta que su masa que había llenado de chile rojo, seguramente de alguien que había molido antes y se quedó entre los engranajes del molino.
El sabor, picor y color de los chiles le dio un sabor muy especial a la masa que primero conquistó a su familia, a sus vecinos y finalmente a los locales.
Tiempo después se convirtieron en parte de la comida típica mexicana que es considerada Patrimonio Inmaterial por la Unesco desde 2010.